En el contexto actual, el cáncer de próstata afecta al 8,6% de los hombres, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Ecuador, el riesgo de desarrollar esta enfermedad es de 35,7 casos por cada 100,000 hombres. Este tipo de cáncer es el más común en hombres después del cáncer de piel y representa la segunda causa de muerte por cáncer en hombres a nivel mundial.
Según la Dirección Médica de Laboratorios Bagó, está afección se caracteriza por un crecimiento descontrolado de las células en la glándula prostática, lo que puede desencadenar en la formación de tumores. Este aumento anormal de células puede tener diversas causas y constituye una preocupación significativa en el ámbito de la salud masculina.
El desarrollo del cáncer de próstata puede estar influenciado por varios factores. La edad es uno de los principales: la mayoría de los casos se diagnostican en hombres mayores de 50 años, con un aumento significativo del riesgo después de los 65. La genética también juega un papel crucial; los pacientes con antecedentes familiares de cáncer de próstata tienen un mayor riesgo. Además, factores hormonales, como los niveles elevados de testosterona, pueden también promover el crecimiento de células prostáticas anormales.
Aunque algunos factores de riesgo no se pueden modificar, existen maneras de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Realizar exámenes regulares es fundamental. Los hombres mayores de 50 años deben someterse a exámenes de próstata, como el examen digital rectal (EDR) y la prueba de antígeno prostático específico (PSA), que pueden detectar el cáncer en una etapa temprana, cuando es más tratable.
Por lo tanto, es crucial estar al tanto de los signos y síntomas más frecuentes para reconocerlos tempranamente y obtener un diagnóstico oportuno. A continuación, se enumeran algunos que pueden ser útiles:
Problemas urinarios: el flujo urinario débil o interrumpido, dificultad y necesidad frecuente de orinar (especialmente por la noche), ardor o dolor, y sensación de no poder vaciar completamente la vejiga.
Dolor en la parte baja de la espalda o la pelvis: es un indicio de que el cáncer de próstata ha avanzado y se ha extendido a los huesos de la pelvis o la columna vertebral.
Presencia de sangre en la orina o en el semen: lo cual puede ser un signo tanto de cáncer de próstata como de otras afecciones, como infecciones o enfermedades prostáticas.
Dolor durante la eyaculación: esto puede ocurrir en etapas más avanzadas del cáncer de próstata y puede estar relacionado con la invasión de los tejidos circundantes por parte del tumor.
Es fundamental acudir a los controles médicos regulares para la detección temprana del cáncer de próstata y no pasar por alto los síntomas. Tomar medidas proactivas y mantenerse informado es clave para preservar la salud y el bienestar.